La Cámara de Industrias y Producción ratifica sus compromisos
En el marco de los 86 años de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), María Paz Jervis, presidenta ejecutiva, ratificó su compromiso por representar los intereses del sector industrial del país. “Nuestro rol ha sido el de puente entre las autoridades nacionales y los empresarios para los temas comerciales y lo seguiremos siendo en otros temas como, por ejemplo, el grave problema de seguridad que nos aqueja para lo cual ya hemos iniciado un camino de cooperación con el Gobierno Nacional”, manifestó Jervis.
Asimismo, afirmó que continuará defendiendo las actividades económicas formales y el respeto a la ley: “Ecuador está plagado de contrabando, de minería ilegal, entre otras actividades ilícitas. Que, si bien generan pérdidas económicas para las empresas formales, el impacto más grave se derrama hacia el resto de la sociedad: empezando por el impacto ambiental; la explotación de los trabajadores, así como la evasión de impuestos y el crimen organizado. Desde la CIP, defenderemos la minería legal y todas las actividades comerciales que se enmarquen en el respeto a la ley”.
La CIP siempre se ha caracterizado por aportar con propuestas y visión técnica para apuntalar al sector productivo, atraer inversión, generar empleos de calidad, encaminados hacia el Futuro del Trabajo y la Industria 4.0, propiciando el diálogo constructivo con todos sectores económicos y sociales del país.
En la pandemia y en las paralizaciones, la CIP ha sido un actor clave para garantizar el abastecimiento de productos esenciales a escala nacional. Por ejemplo, 2020 se lograron importantes donaciones de insumos de salud y recursos económicos para enfrentar la emergencia sanitaria.
En los siguientes años, la CIP se enfocará en consolidar un Ecuador más democrático, competitivo y que genere oportunidades en todos los niveles de la sociedad, alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La organización continuará liderando la agenda de competitividad en el país, defendiendo los principios éticos, la libertad empresarial y, sobre todo, generando valor para los colaboradores y toda la cadena productiva.