Personal del Ejército ecuatoriano continúa con operaciones en la zona del Alto Punino, luego del ataque en el que murieron once militares.
En esa zona, perteneciente a la provincia de Orellana, los uniformados fueron emboscados y asesinados por miembros de la agrupación irregular colombiana Comandos de Frontera.
Tras ese hecho, en los últimos días el Ejército ha destruido varios campamentos clandestinos que presentaban un alto nivel de infraestructura.
En esas intervenciones, militares hallaron viviendas, maquinaria pesada, tanques de combustible y otros recursos logísticos.
Estas estructuras y evidencias muestran la capacidad operativa de estos grupos, explicó el Ejército.
Los espacios y materiales han sido destruidos para debilitar las acciones de los grupos irregulares a fin de evitar que sigan usando los equipos para actos ilícitos.
En los sitios se han encontrado pertrechos militares, municiones, uniformes y siluetas usadas para entrenamiento de tiro.