La cantante falleció a los 76 años y al parecer no previó su cercano deceso porque, según informa dicho medio estadounidense, la artista no habría especificado a quién le traspasaría su patrimonio.
Las propiedades de la cantante están valorizadas aproximadamente en 80 millones de dólares según la revista People, y debido a las leyes de Michigan, su herencia se dividiría en partes iguales entre sus cuatro hijos.
El que no haya dejado un testamento causa sorpresa, debido a que ella era madre de un hijo con necesidades especiales llamado Clarence (63), el cual necesitaría de cuidados y apoyo financiero.