Se dice que las reclamaciones de la cantante se hicieron como parte de un intento para poner fin a una tutela de 11 años que le ha dado a su padre, Jamie, el control sobre sus asuntos financieros, médicos y de carrera.
El hombre de 66 años ha tenido esta obligación desde que su hija fue hospitalizada en 2008, y se considerara legalmente incapaz de cuidarse a sí misma.
Pero ahora la cantante está desesperada por terminar el acuerdo legal, y estaría usando a su madre, Lynne, para que obtenga los archivos médicos y el plan de tratamiento.
Spears, de 37 años, le dijo a un juez que su padre la obligó a rehabilitarse contra su voluntad, según TMZ.