La ahora escritora, Anna Graham Hunter aseguró en una columna publicaba por The Hollywood Reporter que el intérprete primero le pidió un masaje en los pies, a lo que ella accedió, pero posterior a eso el asunto se agravó.
"Fue abiertamente coqueto, me agarró el trasero, habló sobre sexo conmigo y frente a mí", contó la mujer y añadió: "Una mañana fui a su camarín para tomar su pedido del desayuno; él me miró y sonrió, tomándose su tiempo.