Las hermanas Rita Callahan y Catherine Rose Holzman, miembros del Instituto Californiano de la Congregación Misioneras Corazón de María, querían vender el terreno a una empresaria, Dana Hollister, quien pretendía convertir la propiedad en un hotel.
Pero la jueza de la corte suprema de Los Ángeles, Stephanie M. Bowick, invalidó el acuerdo de compra al dar la razón a la archidiócesis y a la cantante, quienes señalan que las monjas no tienen autoridad para venderlo.