Después de haber perdido la batalla legal en contra de su productor musical Lukasz Gottwald, a quien acusó de esclavizarla y de acosarla sexualmente, Kesha se retiró un tiempo de los escenarios, y parece que el estrés y la frustración hicieron que aumentara mucho de peso.
La prensa ha dedicado muchas páginas para mostrar su actual aspecto, que dista mucho de la esbelta y atractiva joven de hace unos meses, está realmente irreconocible.