Se trata del álbum más personal, brillante y con más forma de Lily, quien trabajó junto a Fryars, Mark Ronson, Ezra Koenig de Vampire Weekend, Burna Boy, P2J y Cass Lowe para su realización.
“Creo que como seres humanos trabajamos a través de las cosas hablando de ello, y eso es lo que hacer música significa para mí. Es compartir cosas con las que tú esperas que la gente tenga una conexión, no que vayan a conectarse por medio de algoritmos”, expresó Allen.