Fuentes aseguraron en el portal Page Six que después de que Carey ganara la batalla, y se pudiera ella quedar con el anillo, por fin logró venderlo a una joyería de Los Ángeles.
Pero otra gran desilusión fue que no tiene el valor de $10 millones de dólares, sino $2.1 millones; lo único que pudo lograr, ya que el millonario australiano dijo no estar dispuesto a darle un centavo.