El músico compartió en la red social Twitter, a las 09:00 horas locales, que daría un concierto en la sala de su ciudad natal a las 14:00 horas locales y que las entradas se podrían recoger de forma gratuita, por riguroso orden de llegada, en otro punto de la localidad a partir de las 10:00 horas locales.
El secretismo y la falta de antelación no impidieron que las 200 entradas disponibles se agotaran en cuestión de minutos y que la expectación creciera a medida que avanzó la mañana.