"Se obsesionó conmigo", relató la mujer que hoy día tiene 53 años, está casada y es madre de dos niños.
"En ese momento no me ofendieron (las insinuaciones y las cartas), pero mirando hacia atrás, me di cuenta de que alguien que, en ese momento era mi jefe, se aprovechó de mí".
Madonna tenía 32 años y Amanda, 25, cuando esta última trabajaba para el diseñador francés Jean-Paul Gaultier, de quien era su musa.