El cantautor de Málaga, acostumbrado desde 2010 a abarrotar grandes espacios, sintió más de cerca a sus fans en la sala principal del Real, un espacio "mágico" en el que Alborán desplegó su voz y el juego de luces de su nuevo show, y en el que "cumplió", según dijo, un sueño.
En este templo madrileño operístico sonaron esta vez voces psicodélicas con diferentes promesas, como el título del nuevo álbum del malagueño, "Prometo", que Alborán está presentando con la gira "Prometo Tour 2018".