Más de un año de trabajo le llevó a Pattinson meterse en la piel de Connie, un personaje muy diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora.
Alguien "amoral que no se interesa por nadie hasta que se ve entre la espada y la pared y se ve forzado a interesarse en algo, lo que supone una situación nueva para él".
Una historia que se desarrolla en el barrio neoyorquino de Queens, donde Connie y su hermano Nik cometen un atraco a un banco que sale mal.