EE.UU. e Irán comienzan unas cruciales conversaciones nucleares

Irán y Estados Unidos comienzan este sábado conversaciones de alto riesgo para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear, precedidas por la amenaza del presidente Trump de ataques militares en caso de un fracaso y la advertencia de Teherán de que cualquier ataque en su contra arrastraría a EE.UU. a un conflicto más amplio en Medio Oriente.

12 Abril de 2025
EE.UU. e Irán comienzan unas cruciales conversaciones nucleares
EE.UU. e Irán comienzan unas cruciales conversaciones nucleares

La reunión, que se lleva a cabo en el país árabe de Omán, podría ser las primeras conversaciones directas entre funcionarios iraníes y estadounidenses en una década, aunque Irán insiste en que serán indirectas, con mediadores actuando como intermediarios entre las dos naciones.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, dijo el sábado en X que “las conversaciones indirectas” entre el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el enviado de la administración Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, “comenzaron con la mediación del ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr Al Busaidi”.

Ambas partes se sentarán en salas separadas y se transmitirán sus puntos de vista a través del ministro omaní, agregó. EE.UU. no ha confirmado el inicio de las conversaciones.

Irán busca un “entendimiento inicial” con EE.UU. que pueda llevar a un proceso de negociaciones, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, quien lidera la delegación iraní, al llegar este sábado a la capital omaní Muscat.

Es “demasiado pronto” para hablar sobre un cronograma para las conversaciones, que depende de la “suficiente voluntad de ambas partes”, añadió.

El presidente Donald Trump ha dado a Teherán un plazo de dos meses para aceptar un acuerdo que conduzca a que Irán reduzca su huella nuclear o elimine su programa por completo.

“Quiero que no tengan un arma nuclear. Quiero que Irán sea un país maravilloso, grande, feliz, pero no pueden tener un arma nuclear”, dijo Trump a bordo del Air Force One en su camino a Florida en la noche del viernes.

Las conversaciones llegan después de que la República Islámica haya visto debilitada significativamente su proyección de poder regional en los últimos 18 meses debido a los ataques israelíes a sus aliados regionales, la caída de Bashar al-Asad en Siria y ataques sin precedentes dentro de sus propias fronteras.

Los riesgos este sábado son altos: Trump dijo que veía posibles ataques militares contra Irán si no se alcanza un nuevo acuerdo nuclear, aunque dijo que Israel -que ha estado abogando por esa idea- tomaría el liderazgo.

“Si se requiere lo militar, vamos a tener lo militar”, dijo Trump el miércoles. “Israel, obviamente, estará muy involucrado. Ellos liderarán ese proceso”.

Sin embargo, Irán ha rechazado repetidamente negociar bajo presión. Estableció cuáles sus “líneas rojas” para las conversaciones el viernes, lo que incluye el lenguaje “amenazante”, y “demandas excesivas” con respecto al programa nuclear de Irán y la industria de defensa de Irán, según la agencia de noticias semiestatal Tasnim, refiriéndose probablemente al programa de misiles balísticos de Teherán, que los aliados de EE.UU. en Medio Oriente ven como una amenaza a su seguridad.

La participación en las conversaciones del enviado de la administración Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff, añadirá otro asunto al conjunto de cuestiones complejas e intratables en su creciente portafolio, y llega tras una reunión cara a cara con el presidente de Rusia Vladimir Putin sobre Ucrania en San Petersburgo el viernes.

Si bien la agenda precisa de las conversaciones sigue siendo incierta, el presidente ha prometido asegurar un acuerdo “más fuerte” que el acuerdo nuclear de 2015 mediado por la administración Obama, que tenía como objetivo frenar el programa nuclear de Irán. Trump se retiró del acuerdo en 2018, tras calificarlo como un pacto “desastroso” que dio dinero a un régimen que patrocinaba el terrorismo.

Trump quiere llegar a un acuerdo que impida a Irán construir un arma nuclear, pero no ha especificado en qué se diferenciaría del acuerdo anterior, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto, o JCPOA por sus siglas en inglés. Ese acuerdo tenía la intención de limitar el programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones occidentales que han paralizado su economía.

Funcionarios estadounidenses han insinuado que podrían presionar a Irán para que desmantele por completo su programa nuclear, incluido su componente de energía civil, al que Teherán tiene derecho bajo un tratado nuclear de la ONU.

Sin embargo, los funcionarios iraníes han desestimado esa propuesta como no negociable, mientras que acusaron a EE.UU. de usarla como un pretexto para debilitar y, en última instancia, derrocar a la República Islámica.

Expertos dicen que Teherán ve su programa nuclear como su mayor fuente de influencia y abandonarlo dejaría al país peligrosamente expuesto.

Pero el Gobierno de Trump también dice que no solo considera un posible acuerdo nuclear: también quiere involucrar a Irán en una amplia gama de temas, según un alto funcionario de la administración.

La reunión de este sábado pondrá a prueba si Irán está dispuesto a tener discusiones de alto nivel que puedan llevar a negociaciones sobre su programa nuclear, el programa de misiles balísticos y el apoyo a los aliados en la región, dijo el funcionario.

“Irán estaría ansioso por volver a algo como el JCPOA, así que la pregunta es: ¿están dispuestos a poner algo más sobre la mesa?”, dijo el funcionario.

Antes de la reunión de este sábado, Araghchi reiteró que las conversaciones “en este momento” son indirectas y afirmó: “Desde nuestra perspectiva, (están) únicamente centradas en el tema nuclear”.

Los asesores intentan con la zanahoria, mientras Trump empuña el palo

Mientras Trump amenaza con la perspectiva de una guerra si las conversaciones fallan, otros funcionarios estadounidenses han adoptado un tono mucho menos belicoso.

Witkoff enfatizó a finales del mes pasado que una solución diplomática está al alcance. En una entrevista con Tucker Carlson, destacó la fuerza militar de EE.UU. y expuso las vulnerabilidades de Irán, pero se apresuró a aclarar: “Esto no es una amenaza”.

“Si los iraníes alguna vez escuchan esta transmisión, no soy yo quien emite una amenaza. Es el presidente quien tiene esa autoridad”, dijo.

Un exfuncionario estadounidense dijo que las conversaciones podrían ser un punto de partida para que ambas partes averigüen si las negociaciones adicionales son siquiera posibles.

“El sábado, en el mejor de los casos, es un ejercicio de preparación de la mesa, para determinar si un acuerdo es siquiera posible”, dijo un exfuncionario estadounidense que ha negociado con Irán sobre cuestiones nucleares.

“Sospecho que Irán pretenderá demostrar flexibilidad, ya que el diablo está en los detalles en las conversaciones nucleares, y es poco probable que se aborden los detalles en este episodio inicial”, dijo el exfuncionario.

Por ahora, no es una negociación, advirtió la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, sino una reunión con un objetivo específico.

“La cosa muy específica que necesita lograrse, que haría del mundo un lugar mucho más seguro, es asegurarse de que Irán nunca obtenga un arma nuclear”, dijo Bruce a los reporteros.

El líder supremo de Irán indicó con una carta reciente a Trump una apertura a las conversaciones que podrían llevar al país a aceptar medidas que evitarían que construya un arma nuclear.

Pero el proceso de planificación para las conversaciones de alto riesgo del sábado ha sido accidentado.

En ciertos momentos de esta semana ha habido dudas entre los involucrados sobre si iban a suceder, dado que Irán decía que solo se involucraría indirectamente mientras que Trump insistía en que habría una reunión directa. Pero a partir del viernes, parecía que las conversaciones estaban en camino de realizarse, dijeron fuentes cercanas a la planificación.

Las amenazas constantes contra Irán son como telón de fondo de las conversaciones

En un artículo del Washington Post esta semana, Araghchi advirtió que una guerra contra Irán arrastraría a EE UU. -y a la región- a un conflicto costoso que un presidente que fue elegido con una plataforma anti-guerra y que estaría ansioso por evitar.

“Nos cuesta imaginar que el presidente Trump quiera convertirse en otro presidente estadounidense atrapado en una guerra catastrófica en Medio Oriente; es un conflicto que rápidamente se extendería por la región y costaría exponencialmente más que los billones de dólares de los contribuyentes que sus predecesores quemaron en Afganistán e Irak”, escribió.

Los funcionarios de la administración Trump han atribuido la posición en la que se encuentra Irán a las acciones de Israel, y Witkoff afirmó que los ataques de Israel dejaron las defensas de Irán “destrozadas”.

Pero a pesar del frente con Israel que los funcionarios de la administración estadounidense han presentado públicamente, el anuncio de Trump esta semana sobre las conversaciones del sábado pareció tomar por sorpresa al primer ministro de ese país, Benjamin Netanyahu, quien estaba sentado a su lado. Dos fuentes israelíes le dijeron a CNN que el anuncio “ciertamente no fue” del agrado de Israel.

Al regresar, Netanyahu dijo que si las conversaciones nucleares se prolongan, podría atacar a Irán de todos modos.

CNN informó anteriormente que las agencias de inteligencia de EE.UU. advirtieron tanto a las administraciones de Biden y de Trump que parece probable que Israel ataque objetivos asociados con el programa nuclear de Irán como parte de la misión de ese país para llevar a cabo un cambio de régimen en la República Islámica.

Fuente: CNN - Nota original

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