Según Zaida Rovira, aún no toma una decisión sobre si postularse para ser la nueva Defensora del Pueblo y denunció que ha pasado “una serie de situaciones de violencia y amenazas” como subrogante. Además sugirió que el Consejo debería establecer parámetros y realizar un reglamento público para nombrar a la nueva autoridad de la defensoría.
Rovira desmintió la separación de los 80% de los empleados de la institución y declaró que las 30 personas que fueron desvinculadas, fue por "boicotear el trabajo".
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