El SNAI, en conjunto con la Policía Nacional y personal del Cuerpo de Seguridad Penitenciaria, activaron los protocolos de seguridad, que con la ayuda de más de 100 efectivos, lograron retomar el control del lugar.
Pese a que la cárcel de El Inca no es considerado como un centro penitenciario de alta peligrosidad, se han registrado algunos amotinamientos como el ocurrido este 13 de enero, o incluso el asesinato en diciembre de 2022 de Santiago Loza, exdirector de este centro de reclusión.
Para Bravo, el Estado se encuentra bajo ataque de un terrorismo urbano, donde no predomina la delincuencia común, sino los grandes poderes que buscan someter el país. El objetivo es que la delincuencia expanda sus redes en la sociedad e instaure el miedo en la ciudadanía.
Según el experto en seguridad, el crimen organizado no va a parar, pues es un “negocio muy rentable” para las bandas delictivas, quienes no tienen problema en matar, enfrentarse a la policía o provocar amotinamientos en las cárceles. “Los niveles de violencia han escalado a tal nivel que inclusive hay sicariato en las escuelas y colegios”, declaró.
La solución para Bravo es la generación de un plan de seguridad integral, que no sea únicamente aumentar el número de policías o personal de fuerzas armadas, sino endurecer las penas y garantizar un trabajo conjunto con todos los poderes del Estado.
Además, es necesario que a largo plazo, se instaure una cultura de seguridad que, desde la educación y los valores cívicos, garantice una plena convivencia.
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FM Mundo 98.1 · NotiMundo Estelar 13 de enero 2023