Es muy común que a las puertas de un nuevo año hagamos una lista de propósitos con mucho entusiasmo y voluntad de cumplirlo. Pensamos que al imaginar nuestro deseo y planificar nuestra acción, haremos lo que tengamos que hacer para alcanzarlo. Sin embargo, en la mayoría de casos los propósitos de año nuevo se quedan solo en eso, en propósitos.

Vivimos en un mundo complejo en el que realizamos una serie de actividades rutinarias, y no encontramos el momento ideal para una correcta alimentación mental. Este es nuestro gran obstáculo: establecer metas a nivel consciente e ignorar que es nuestra mente subconsciente la que da seguimiento a las acciones necesarias para que logremos estas metas.

El problema es que tu subconsciente responde de acuerdo a tus hábitos de pensamientos, opiniones y actitudes acerca del mundo que te rodea y, en especial, a la imagen que posees de ti mismo. De nada servirá pensar y definir tus objetivos para 2016 si en la parte más profunda de tu ser la actividad y actitud mental es pesimista.

Cambiar tu modelo mental es lo que acortará el camino entre tú y tus metas. Tratar de vivir la vida desde una nueva perspectiva (lo que algunos llaman “cambiar de lentes”) y empezar a enfocarte en los aspectos positivos de la misma es lo que atraerá más situaciones y personas positivas que te acercarán adonde quieres llegar.

Cuando de cambios se trata, el cerebro posee una caja de sorpresas que funcionan como genios mágicos para ayudarnos a cumplir nuestros sueños más elevados. Entre ellas está un grupo de células que tiene la función de actuar como filtro de todos los mensajes sensoriales que tu cerebro recibe de tu mundo exterior y entregarte la respuesta precisa para lo que te has propuesto. Este grupo de células es un recurso poderoso pero solo trabaja con la imagen exacta que le des. Así que, para cumplir todos tus objetivos en el nuevo año hay que hacer uso de ciertas funciones importantes de la mente subconsciente.

Pero, ¿cómo darle la información exacta para que tus deseos se hagan realidad? Órdenes específicas, mucho colorido e imágenes vívidas es la triada perfecta para que tu cerebro trabaje arduamente, día y noche, en la búsqueda y captura de la información necesaria para llevar esta imagen mental (tu deseo) a tu mundo real (tu resultado).

Aquí algunas técnicas efectivas para comunicarle a tu mente subconsciente tus objetivos para 2015: Exprésalas de manera positiva. Se preciso en lo que deseas. Da prioridad a cada una, según su importancia (y no su urgencia). Escríbelas como si ya las hubieras logrado (en presente). Mantén tu pensamiento enfocado y sostenido en lo que deseas (tu cerebro está entrenado para botar a la “basura” aquello en lo que no estás enfocado). Cree y confía que lo lograrás. ¡Actúa en grande!

Cualquiera que sea tu objetivo, tienes que estar cómodo con tu éxito. Si te resulta difícil dar un gran paso, empieza por algo más pequeño y repite este proceso hasta que seas testigo de tu propia fórmula de éxito. Hacer una lista de las cosas que has logrado en el transcurso de tu vida es de gran ayuda en momentos de duda.

Mientras más crezca tu creencia de que si puedes más crecerán tus resultados. Trabaja en ti e incrementa día a día tu deseo de alcanzar tus objetivos. Haz una lista de las razones del por qué deseas alcanzarlos. Se paciente y permite a tu mente subconsciente trabajar. Espera tus resultados y recuerda que cuando la vida no trae lo que quieres es porque tiene algo mucho mejor para ti. Todo lo que te propongas llegará a tu vida a la hora menos pensada pero en punto.