Las relaciones de cualquier tipo son el eje central para los humanos, ya que de ellas nacimos, de ellas crecimos y de ellas podemos seguir nuestro camino evolutivo.

Una persona siempre dependerá de otras para poder subsistir, es por eso que no existe la persona solitaria, lo que sí existe es la soledad, que es un estado mental.

Muchas veces necesitamos estar solos para descansar, reflexionar o llenarnos de energía para seguir el camino, sin embargo, la única forma de crecer es a través de las relaciones personales, son ellas quienes nos muestran todo acerca de nuestro interior, nuestro estado y nuestros cambios.  Interactuar con alguien por un momento, con amigos o familia es una relación y cada una de ellas fue puesta en tu camino para crecer.

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Las relación que determinará las otras relaciones es la que tuvimos y la que tenemos en el presente con nuestros padres. Durante la infancia suceden acontecimientos que no recordamos muy bien, sobretodo antes de los dos años de edad y al volvernos adultos vamos relacionándonos de una forma no muy sana con las otras personas por viejas heridas de la infancia. Es por eso que es fundamental, una vez que deseamos vivir una vida llena de armonía, sanar la relación con papá y mamá. Aunque parezca a veces que nos llevamos bien con ellos, muchas veces no aceptamos su forma de ser, las cosas que nos dicen nos molestan o simplemente mantenemos distancia. Sanar la relación con ellos es empezar a darnos cuenta de lo que nos molesta, observar, sentir y liberar. No es necesario hablar con ellos ni pedir perdón, es simplemente observar todo aquello que nos activa en el momento en que nos relacionarnos.

La siguiente relación más importante y más sagrada que puede existir es con nuestra pareja, ya que ella nos mostrará como un espejo cada herida interior, también las cosas lindas que tenemos, por eso un compromiso, tener una pareja y vivir con ella en conciencia puede hacer que des saltos cuánticos de evolución y llevarte al crecimiento más rápido que si estuvieras sola o solo.

Cambiar la perspectiva de cómo ves tus relaciones te ayudará a fluir mas con la vida. En vez de sentir que son algunas relaciones un obstáculo podemos empezar a sentir que son una oportunidad para crecer, para entrenarnos en cualquier campo que deseemos, como saber escuchar, amar, respetar, dar, recibir y observar. Es ilimitado el regalo que nos proporcionan las relaciones. Aprovechémoslo. Son el mejor instrumento que la vida nos ha dado para crecer.

Simplemente observa a tu alrededor, mira lo que sucede, como cuando vas al cine y eres solo un observador. Mira como te habla el universo todo el tiempo a través de tus relaciones. Cada persona tiene un mensaje para ti. Todos, sin excepción, aunque algunos mensajes no nos gusten, están ahí para que los veas con atención, son para ti y es tu regalo. Abraza eso que ves. Acéptalo porque así te aceptas a ti mismo, no te niegas. Eres lo que ves afuera. Te sorprenderá lo mucho que puedes crecer al verte en los demás. Y a veces, seguramente, solo reirás.
¡¡¡Namaste!!!