¡Cuidado con las dietas milagrosas!
La lista es larga, las dietas milagro aparecen en todas partes: internet, libros, consejeros, productos, etc. La oferta es grande y muy vendedora. Las dietas milagrosas son uno de los productos mayor consumidos por la población adulta. Y es que muchos buscan la forma de bajar esos kilos demás evitando hacer ejercicio o alimentándose bien. No es que quieran elegir la vía fácil, si no que en realidad cambiar de hábitos es muy difícil, mucho más cuando de alimentarse bien se trata.
Comer, aparte de ser una necesidad, es uno de los grandes placeres de la vida. Darse esos pequeños gustitos provoca un nivel de satisfacción en nuestro cuerpo que nos hace sentir bien, contentos, y aliviados aunque sea por un corto momento antes de que nos llegue el arrepentimiento.
Y, es precisamente por eso que las personas acuden a este tipo de dietas que ofrecen bajar esos kilitos demás en poco tiempo y de una manera que evitan ‘morirse de hambre’. Las dietas milagrosas permiten a los obsesivos por el peso dominar la balanza pero solo por unos pocos días.
Pero, ¿qué hay detrás de las llamadas dietas milagro? Según los especialistas existen dos razones en común para no plegarse a su régimen: la primera que, en general, no cuentan con las vitaminas y nutrientes necesarios para mantener el cuerpo sano; y, la segunda, que no permiten un cambio de hábito en el consumo de alimentos, por lo tanto, generalmente, siempre conllevan un efecto rebote.
Aunque lo nieguen quienes las promocionan, muchos nutricionistas han analizado los resultados de estas famosas dietas que en algunos casos han sido las causantes de enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos y desnutrición, cada una con sus consiguientes efectos (mareos, vómito, náuseas, etc.). Por supuesto, también está el llamado ‘efecto rebote’ que es causado por la ansiedad que genera comer por ejemplo, solamente sopas, o un solo tipo de alimentos que hacen monótona la acción de comer y conllevan a recuperar muy pronto aquellos kilos perdidos.
Generalmente las dietas milagro suelen ser eficientes en bajar el peso porque contienen diuréticos para eliminar los líquidos retenidos en el cuerpo y además por la reducción de la masa muscular que hace que la balanza se incline a favor de ellas, logrando marcar entre 2 y 7 kilos la reducción del peso corporal en tan solo cinco o siete días. No obstante, las libras se suelen recuperar casi de inmediato, cuando las personas regresan a su cotidianidad alimenticia.
Y es que es allí en donde se centra el problema. Las dietas milagro no ofrecen un cambio de hábito alimenticio precisamente por su dinámica inmediata, y el sacrificio es vano, puesto que generalmente la gente vuelve a ingerir las mismas cantidades, los mismos alimentos y de la misma manera.
Por ello, los especialistas aconsejan aprender a comer, a escoger y mezclar correctamente los alimentos; hacer ejercicio mínimo cuatro veces en la semana y a bajar el consumo de comida chatarra, los fritos, la excesiva grasa y a tomar mucha agua.
Así que si quiere bajar de peso y reducir medidas, vaya por el camino seguro. Olvídese de la vía fácil. Mejore sus hábitos, hágalo poco a poco, ejercítese y consulte a un especialista para que sea su guía.