La afección de la piel más frecuente
El acné es una enfermedad cutánea que se produce principalmente en adolescentes y adultos jóvenes, incluso permanece en adultos en un porcentaje entre 10 % y 20 %.
Generalmente se produce en la cara, parte superior del tórax, los hombros y la espalda, se presentan como pápulas, quistes o abscesos.
Normalmente, las glándulas sebáceas de la piel secretan sebo o grasa y están unidas a los folículos pilosos o raíz del pelo, pero tanto la grasa con las células muertas, sobrepasan a las glándulas y los folículos, saliendo a la superficie de la piel por los poros.
Pero cuando el folículo piloso está bloqueado lleno de sebo o grasa promueve el sobre crecimiento de las bacterias (proprinobacterium acnes), que normalmente existe en el folículo en menor cantidad, pero proliferan causando inflamación y las erupciones cutáneas (granos de acné).
Las causas son varias, pueden ser hormonales (incremento de la testosterona), durante la pubertad se da un aumento de la producción de grasa en las glándulas, por lo que se relaciona con la menstruación en mujeres, el uso de medicamentos como corticoides, causas genéticas o de herencia, y sobretodo algunos cosméticos que lo agravan (cremosos o espesos), ciertos alimentos ricos en grasa pueden empeorar el cuadro, no lo causan, pero si tiene acné puede ser el gatillo a que se incremente el cuadro.
Dentro de los tratamientos el cuidado general de la piel es básico, limpieza regular y uso de tónico astringente, la limpieza suave con agua y jabón que regule la producción de sebo una o dos veces al día; es importante no frotar con esponjas o toallas porque se aumenta la inflamación y también pueden contaminarse y ser un circulo de la bacteria.
No hay restricciones alimentarias para evitarlas, pero es preferible si se tiene está condición evitar o consumir limitadamente grasas saturadas o carbohidratos fritos, el chocolate antes y durante la menstruación), y mantener una nutrición saludable y equilibrada para evitar brotes.
Dentro de los tratamientos tópicos existen en el mercado lociones o sustancias que alivian las manifestaciones locales, que reducen la inflamación, la infección (antibióticos locales) y la cronicidad y lo más importante prevenir las cicatrices y secuelas que deja el acné y reducir o atenuar las que ya se formaron.
Dentro del tratamiento oral, hay varios tipos de antibióticos (tetraciclina, eritromicina, isotretinoina) que se utilizan, por varios meses según la gravedad del acné. Es importante realizar periódicamente exámenes de control por su uso continuo puede afectar el hígado.
También es prioritario realizar una limpieza profunda, con extracción sea de las pápulas o puntos blancos y negros, así como en el caso de abscesos evaluar su evolución, no siempre todo es extraíble.
Es importante también exfoliar, se utiliza acido como el glicólico o salicílico según el caso para reducir la grasa y abrir los poros.
La alta frecuencia con luz ultravioleta también ayuda, ya que es un antiinflamatorio y antibacterial. Las mascarillas secativas también son aliadas para la disminución del sebo.