«En China, si las mujeres no se depilan el pelo de las axilas, sienten mucha presión. La gente lo ve poco elegante». Por esa razón, Xiaomei Li, una prominente activista de 25 años, decidió comenzar un concurso en internet que abriera un debate: «¿Por qué las mujeres deben depilarse?». Xiaomei pidió a las mujeres que publicaran una foto suya enseñando sus axilas con vello. «no me esperé este resultado, ha sido mucho mejor de lo que pensé», cuenta contenta de la discusión que ha generado durante esta última semana.

Numerosas fotografías de jóvenes chinas posando con ajustados vestidos, perfectamente maquilladas o en ropa interior, y siempre con los brazos en alto, han circulado esta semana por Weibo, el Twitter chino, donde se han acumulado comentarios a favor y en contra de la depilación, incluso algunos hirientes hacia Xiaomei, criticada por llevar a cabo una campaña «asquerosa».

«Esperaba todo tipo de respuestas. Ése era el fin: provocar opiniones», afirma la joven, que ha regalado un centenar de preservativos a la mujer que más «me gusta» ha recibido por su foto, un vibrador a la chica que se quedó en el segundo puesto y un dispositivo para miccionar de pie a la tercera.

A la campaña se sumaron chicas anónimas pero también tres de las cinco feministas más importantes de la comunidad en china, que fueron encarceladas el pasado marzo durante 37 días, cuando intentaron llevar a cabo un acto de concienciación contra las agresiones sexuales en el transporte público.

Su arresto provocó la mayor denuncia local e internacional contra una detención en china en los últimos años, y no ha conseguido silenciarlas. «me uno a todas las actividades feministas que puedo. Y esta no iba a ser una excepción», cuenta Li Tingting, conocida popularmente por su pseudónimo «Li Maizi» o «Max», y una de las más destacadas defensoras de la mujer en china con tan sólo 25 años.

En esta ocasión, Li echó mano de una fotografía que se había hecho en 2012 para abogar por la aprobación de la primera ley contra la violencia de género en el país -que el ejecutivo aún sigue debatiendo- y en la que se le puede ver semidesnuda, con el pelo cortado como «el de cualquier chico en China» y con los brazos en alto mostrando sus axilas con vello negro.

«En el mercado, tenemos productos de todo tipo para depilarnos, incluso antes de que hayamos pensando en por qué tenemos que quitarnos los pelos. Esta es una buena oportunidad en contra del consumo y para reflexionar sobre la relación de las mujeres con su cuerpo», sostiene la joven li, quien confiesa que le da miedo volver a prisión pero ello no le impide seguir «luchando».

El objetivo es «romper tabús y ampliar el debate», un fin que no es fácil en china, donde la censura ahoga muchas de sus iniciativas, según denuncian las feministas.

Por ello, Xiong decidió sumarse al concurso, ya que «se trata de una actividad menos polémica -para el Gobierno- y que vuelve a poner sobre la mesa los derechos de la mujer».

«Tras lanzar el concurso, descubrí a Madonna haciendo lo mismo», dice Xiaomei, y espera que, como en Estados Unidos, una «Madonna china» consiga revolucionar la red y los medios de comunicación con una fotografía de sus axilas en su estado natural: con «su bonito vello».