Las copas y los detalles que no sabías
Las copas, indispensables en la correcta presentación de la mesa. Reflejan, al igual que los cubiertos, la sobriedad de una buena comida, la formalidad de una cena, los platos que se van a degustar. Así como se habla de los tres tenedores, si hablamos de copas, se debe seguir reglas de etiqueta. No todas sirven para cualquier bebida.
Antes de detallar el por qué y para qué, conozcamos más sobre ciertos detalles que pasan desapercibidos. Pedro Ponce es chef ejecutivo del restaurante Fortunatos, en Quito. Recomienda que se utilice copas solo de cristal, “hay algunas de tallo corto, ancha abajo y que se va cerrando. Estas sirven para coñac. A la champaña se la sirve en copa delgada, porque es una bebida solo para brindar o degustar, no se toma en grandes cantidades. También hay las de vino blanco, tinto y agua”.
Indica que lo que no hay que olvidar es que los vinos llevan aromas, las cuales dependen de su cepa, añejamiento, tiempo en barrica, etc. Es un licor al que se lo debe consentir, “la medida exacta para servirlo es llenar la copa hasta donde termina la parte más redonda y empieza a formarse la recta.”.
Es muy importante el material. Esto influye para degustar el 100% del sabor de la bebida. Debe ser fina y delicada, que ayude a la oxigenación. Para no recargar una mesa se aconseja colocar las copas poco a poco, según lo que el cliente vaya a tomar con su comida.
Las copas y sus bebidas:
- Copa de agua.
De gran tamaño, ligeramente abombada. Utilizada para agua y zumos. Solo se llena hasta 4/5 de su capacidad.
- Copa de vino tinto.
Copa ancha, de gran cavidad abombada. Algunas veces son más pequeñas que las de agua. Solo se llena hasta 3/4 de su capacidad.
- Copa de vino blanco.
Algo más pequeña y estrecha que la de vino tinto (por su necesidad de mantenerse frío). Llenar hasta 3/4 de su capacidad.
- Copa de Jerez.
Ligeramente aflautada, tamaño medio y de pie corto. Utilizada para tomar los vinos dulces y el jerez. Llenar solo los 2/3.
- Copa de champaña.
Alta, de cuerpo largo y aflautado, y corta de pie. La finalidad es retener las burbujas. Llenar hasta 4/5 de su capacidad.
- Copa de vermout.
Copa corta y ancha en su boca, estrechándose a medida que se acerca al pie. Es indicada para determinados cócteles y para el vermout (vino macerado en hierbas que se sirve como aperitivo).
- Copa de coñac.
Gran copa de amplia cavidad abombada y con pie corto. Pensada para «abrazarla» con la mano y mantener templado su contenido. Utilizada para coñac y brandy. Llenar solo el 1/3 de su capacidad.
- Copa de licor.
Pequeña, de pie muy corto y escasa capacidad. Utilizada para todo tipo de licores, y una de las copas con más variantes en diseños y medidas. Se puede llenar hasta 4/5 de su capacidad.
Otros detalles:
-Tienen que estar bien limpias. Después de lavarlas con jabón o detergente para eliminar la grasa, enjuagar en agua caliente y secar con un paño de lino o algodón.
– Deben ser totalmente transparentes. Las coloreadas o talladas distorsionan la apariencia de los vinos, principalmente de los blancos. Las de vidrio tallado o fileteadas de oro no favorecen la apreciación del vino, ni el placer de la degustación. El cristal fino proporciona una claridad óptima.
– Las copas se toman de su tallo para no cambiar la temperatura del vino.
– Nunca use hielo en copas de cristal. Solo en vasos gruesos hechos para soportar “las rocas”.
– Colocar sobre la mesa en un orden específico (de izquierda a derecha): copa de agua, copa de vino tinto, copa de vino blanco y de licor dulce. Se ubican frente y a la derecha del plato.
-Si existen otras copas se suele añadir a la derecha de las ya indicadas. Salvo en el caso de la champaña que va entre la del vino tinto y la del blanco.
Otras Fuentes:
www.protocolo.org
www.excelenciasgourmet.com
www.lolasabe.com