En los últimos años, las marcas de lujo no solo han sorprendido con sus colecciones, sino que han expandido su esencia a nuevos territorios: cafeterías exclusivas, restaurantes temáticos y pop-ups llenos de identidad y encanto. Esta estrategia les ha permitido conectar con un público más amplio que sueña con entrar en su mundo sin necesidad de gastar miles de dólares.
Disfrutar de un café 'Dior' o un croissant en un entorno cuidadosamente decorado se ha convertido en una experiencia aspiracional. La pausa para el café ahora es un statement de estilo de vida.
Isa Avilés, experta en estrategia de comunicación y mercadeo de empresas de moda, lo define así: "Es una forma de extender los valores de marca fuera del universo de la moda, hacia espacios donde el cliente habita la marca".
Conexión emocional, sensorial y humana: eso es el nuevo lujo.