El aroma es parte  esencial en la vida íntima, pues todas las personas tenemos un aroma corporal por el cual otras se sienten atraídas o no. Las costumbres y tradiciones  de siglos pasados  han nutrido  la  investigación científica actual, concluyendo que  el estímulo olfatorio tiene un efecto directo en el sistema límbico del cerebro que controla nuestras emociones, nuestro humor y nuestra respuesta sexual.

Cada día salen a la luz más pruebas de que los seres humanos se comunican a través de una química sexual silenciosa, que tanto el hombre como la mujer liberan  continuamente por los poros de la piel  llamados feromonas.

La palabra feromona significa portador de excitación. Son sustancias que influyen para que haya o no atracción entre dos personas.  Es posible potenciar estos olores usando aceites esenciales para ser y sentirnos más atractivos,  mejorar nuestras relaciones interpersonales e incluso fortalecer la vida amorosa.

Cleopatra, que no sólo era una mujer bella y sensual, sino que, además, era una mujer muy culta, conocedora de nueve idiomas, interesada por la astronomía y amante de los libros, sin duda, dominaba la teoría y la práctica de los aromas. Le dio algunos usos desde untar las velas con agua floral de rosa hasta llenar sus embarcaciones de pétalos y bálsamos aromáticos.

Resulta fascinante conocer los usos de la aromaterapia en siglos pasados y aún más probar en cada uno de nosotros.

La aromaterapia es un afrodisiaco natural efectivo que debe ser usado. Los aceites esenciales más apropiados para despertar la seguridad, autoestima, positivismo, pasión y sensualidad son:

Ø  YLANG YLANG: afrodisiaco, entusiasta, estimulante.

Ø  PATCHOULI: tónico, antidepresivo, calmante

Ø  BERGAMOTA: jovial, alegre, refrescante

Ø  SÁNDALO: restaurador, estable, fuerte

Ø  ROSA: sensual,

Ø  JAZMÍN: intuitivo, eufórico

Ø  GERANIO: equilibrador, femenino, amigable

Ø  CARDAMOMO: clarificante, calienta el corazón, entusiasta

Puede usar estos aceites de muchas maneras para darle “emoción a la vida amorosa”,  para perfumar sabanas,  baños aromáticos, aceite de masaje, en difusor, en perfumes etc. Usar  tres o cuatro aceites esenciales  para cada sinergia, dando rienda suelta al olfato.

La aromaterapia trabaja sutilmente y de manera envolvente cuando hacemos sinergias personalizadas.