Las cejas son una de las partes más importantes en la valoración global de la belleza facial, y deben tener un cuidado específico puesto que son un factor esencial en la belleza de nuestra mirada.

Su grosor, longitud, forma, color, separación entre ellas y relación con el tamaño de los ojos son fundamentales en la percepción de armonía y equilibrio de una cara. Aportan luminosidad a los ojos y, pueden, incluso, dar un aspecto más juvenil y elegante.

Desde la antigüedad las mujeres han otorgado gran importancia al cuidado y maquillaje de las cejas. Generalmente, la mejor estética para las cejas es la que presenta de forma natural cada individuo, pero en ocasiones es recomendable reducir el grosor, aumentar la distancia entre ellas o arquearlas. En los casos de cejas rubias o pelirrojas puede ser necesario oscurecerlas con un pincel o un lápiz para que los ojos parezcan mejor definidos y resalten sobre otros elementos faciales.

Hay ciertos factores a tener en cuenta a la hora de modificar la forma y la densidad de nuestras cejas. La moda y las nuevas tendencias, marcan cada vez más unas formas u otras, más o menos espesor, etc.

En general, al igual que el cabello, las cejas tienen fases de crecimiento del vello: anágena, catágena y telógena (crecimiento, maduración y caída respectivamente). En el caso de las cejas, el crecimiento dura aproximadamente un mes, por lo que su longitud no suele superar los dos centímetros.

Esto tiene cierta importancia, ya que los folículos en fase de crecimiento son los más sensibles a cualquier enfermedad o toxicidad. Ciertas enfermedades pueden producir una caída de las cejas, como alopecias cicatriciales o definitivas: (liquen plano pilar, lupus), alopecias no cicatriciales: alopecia areata, tricotilomanía (hongos). Algunas situaciones adversas como anemia, estrés o toxicidad por fármacos pueden causarlas.

Si la alopecia es de tipo no cicatricial existen posibilidades de que las cejas vuelvan a poblarse de forma natural o con ayuda de tratamientos que estimulen el crecimiento del folículo piloso. Existen distintos tratamientos farmacológicos que pueden ser de ayuda para detener o revertir la alopecia de las cejas. Los tratamientos cosméticos pueden complementar a los farmacológicos en algunos casos.

Hay tratamientos correctivos, como por ejemplo la eliminación de cejas mal micropigmentadas, la pigmentación pelo a pelo, puede cambiar la forma de la ceja con pequeñas inyecciones de toxina botulínica (Botox).

El trasplante de cejas en la actualidad está siendo una técnica cada vez más utilizada, es para cualquier tipo de alopecia de esta zona siempre que la causa principal que la produjo se encuentre ausente o estabilizada. Se realiza de forma similar al del cuero cabelludo.

El pelo de origen debe ser de un grosor similar: generalmente de la nuca, región retroauricular, pubis o axila.

Como recomendación al momento de la depilación sea con cera, con hilo, con pinza, etc.; se debe tener en cuenta la higiene de la piel para evitar la contaminación de infecciones que puedan llevar a las causas de la caída de las cejas.