Este collage de los demonios (en inglés, «montage of heck») de Kurt Cobain llega al festival de cine más importante de Nueva York con el añadido de que su viuda, Courtney Love, hablará de sus impresiones este domingo en una de las charlas por las que el festival creado por Robert de Niro ha adquirido, en parte, su fama.

El director, Brett Morgen (apodado el «científico loco» del cine documental) se acerca a un icono musical de los años 90 con entrevistas personales a los personajes más cercanos en la vida de Cobain, a través de las cuales y de recuerdos, conciertos y escenas de animación relata un viaje temporal desde su nacimiento en Aberdeen (Washington) en 1967 hasta que se quitó la vida en 1994, con solo 27 años.

«Había más de 200 horas de grabación de música y audio inéditos, un gran despliegue de proyectos de arte, incontables horas de películas caseras y casi 4.000 páginas de escritos, que juntos hacen una nueva perspectiva de un artista influyente y prolífico que raras veces se revelaba ante los medios», afirma Morgen en un comunicado.

«El cerebro de Kurt estaba funcionando constantemente. Estoy muy contenta de no haber tenido este cerebro de genio», dice la hermana pequeña de Cobain, Kim, en la primera frase del documental, que muestra al cantante marcado por el rechazo que sintió por sus padres después de que se divorciaran cuando tenía 9 años.

Entre los «demonios» que se achacan al cantante de «Come as You Are» están su temor a la humillación -en uno de los diarios expresa que se siente «amenazado por el ridículo»-, su necesidad de expresarse, su ambición y sus ganas de triunfar o su temor a la soledad, pero también el gran amor que sintió por su hija, Frances Cobain, la productora ejecutiva de la cinta.

Los tiernos videos caseros en que aparece como padre de la niña, en la bañera, en su primer cumpleaños o mientras le cortan el pelo demuestran la importancia para Cobain del nacimiento de su hija, por la que se propuso dejar la heroína, una adicción que, sin embargo, le acabó ganando la partida.

«Cada semana estaba peor, estaba perdiendo peso», cuenta la madre de Cobain, Wendy O’Connor, sobre ese momento, semanas antes de su muerte en su casa de Seattle por «una herida por bala infligida en la cabeza», según la autopsia. «Estaba avergonzado y sabía que me estaba rompiendo el corazón», añade O’Connor.

Sin embargo, la mujer protagonista de la cinta, de más de dos horas, es la controvertida «viuda del grunge» Courtney Love, que el amigo y compañero de Cobain en Nirvana desde sus inicios, Krist Novoselic, presenta como la oportunidad que encontró el cantante y guitarrista para formar «su propio hogar».

Una cámara casera también recorre momentos en su apartamento después de la boda de la pareja, en el baño o bajo el efecto de las drogas, pero la aproximación más íntima a este amor que hace el documental es mediante los escritos que dejó Cobain, en los que le declara su amor con frases como «abortaría a Cristo por ti» o «te quiero más que a mi madre».

«Kurt Cobain: Montage of Heck» ya se había presentado en el Sundance Film Festival y en el Festival Internacional de Cine de Berlín antes de llegar a Tribeca.

Love comentará los aspectos más controvertidos de la cinta en una charla con Morgen moderada por el escritor Neil Strauss después de una proyección pública del documental, que llegará a los cines de Estados Unidos el 24 de abril y que HBO distribuirá a partir del 4 de mayo.