La animación mexicana se pone a prueba en EE.UU. con un gallo y muchos huevos
El filme se realizó en México al cien por cien con el apoyo de expertos internacionales, incluido un veterano de DreamWorks, y costó 5 millones de dólares y más de 4 años de trabajo.
El resultado es un largometraje que lleva dos fines de semana como número uno en los cines mexicanos, donde ya ha ingresado casi 6 millones de dólares y que saltará al panorama cinematográfico de EE.UU. el viernes, confiado en que el público latino le reciba con los brazos abiertos.
«Un gallo con muchos huevos» es el último capítulo de una trilogía de granja que comenzó en 2006 con «Una película de huevos» y fue seguida en 2009 por «Otra película de huevos y un pollo», si bien ninguna de esas cintas llegó a estrenarse en EE.UU. al no conectar con los códigos de humor estadounidenses.
El uso del doble sentido, el tratamiento de la muerte y los conceptos raciales fueron algunos de los elementos que frenaron el debut de esas historias «de huevos» en la cartelera de EE.UU., una meta con la que soñaban desde el inicio sus creadores quienes, años después y tras aprender de los errores, lograron abrir las puertas de este mercado.
«Hemos pensado mucho en el público internacional», aseguró Rodolfo Riva Palacio, quien junto con su hermano Gabriel, lidera Huevocartoon y está detrás de esta trilogía que en su nueva entrega cuenta cómo el protagonista, el gallo Toto, debe convertirse en un gallo de pelea para salvar su granja.
«Hicimos muchas referencias norteamericanas para tratar de acercar la cultura. Su estructura es como ‘Karate Kid’, tiene elementos de ‘Rocky’, ‘Terminator’, ‘El padrino'», comentó Rodolfo Riva, que citó también influencias de Jean Claude Van Damme, Chuck Norris y Bruce Lee.
«Es una historia universal: lucha por tus sueños, cree en ti mismo, vence tus miedos», añadió el productor, que no obstante indicó que el filme posee «suficientes elementos regionales para darle una identidad única».
La película encontró acomodo en la distribuidora Pantelion Films, enfocada hacia producciones para el público hispano, principalmente de raíces mexicanas, que cuajó su mayor éxito con «No se aceptan devoluciones» (2013) de Eugenio Derbez.
Ese filme recaudó más de 44 millones de dólares en los cines de EE.UU. y casi 100 en todo el mundo, unas cifras muy alejadas de los ingresos medios de los estrenos de Pantelion, que rondan los 5 millones de dólares.
«Están proyectando que sea la número uno después de Derbez. Ya estamos diciendo después de Derbez como si fuera después de Cristo», bromeó Rodolfo Riva.
La película se pasará en español y con subtítulos durante las dos primeras semanas en cartelera, pero posteriormente se distribuirá también doblada completamente al inglés.
«Todo apunta a que le va a ir muy bien», dijo el productor que ya reside en EE.UU., donde pronto se instalará también su hermano y juntos crearán la división estadounidense de Huevocartoon para «llevar los dólares a México».
Los hermanos Riva Palacio están convencidos de que la fórmula de producir animación en México para distribuir en EE.UU. no es solo viable, sino también muy rentable.
«La misma película hecha en EE.UU. hubiera costado diez veces más. Es una gran oportunidad de negocio», explicó Rodolfo Riva.
La deslocalización de las producciones es un fenómeno ya asentado en Hollywood, si bien en el terreno de la animación estudios como DreamWorks han optado por abrir una filial en China pensando también en el potencial del mercado local.
Rodolfo Riva adelantó que su equipo ya tiene en mente dos filmes más de gallos y huevos en los que va a involucrar a guionistas estadounidenses para «que tenga las dos culturas mezcladas». El guión de la primera cinta ya está en desarrollo aunque el proyecto sufrió contratiempos.
Un día que regresaba de una boda se detuvo con su auto a comer en Querétaro, donde le robaron la computadora.
«Iba en la página 80, ya estaba en el tercer acto, y tonto de mí que no había hecho respaldos», manifestó.