La sicología en las madres adolescentes
Existe una constante preocupación sobre el embarazo precoz por parte de padres y educadores, debido a las consecuencias que se han visto cuando se atraviesa por esta situación. La madre adolescente tiene que enfrentar problemas a nivel, emocional, familiar y físico, que pueden marcar su vida. Es por esto que es necesario un escenario de contención para ayudarla a salir adelante.
Problemas emocionales que viven las madres adolescentes están:
-Sentimientos encontrados en torno a la maternidad; por un lado, siente emoción y conexión con el niño, pero, por otro, tiene miedo de asumir responsabilidades, para las que no está preparada.
-Depresión y ansiedad en torno al embarazo, por el rechazo familiar y social que esto acarrea.
-Baja autoestima, al sentir que ha hecho algo malo.
-Negación; pueden entrar en un estado en donde no asume, ni acepta lo que está pasando.
-Sentimiento de frustración, al tener que cambiar su vida, en muchos casos dejar el colegio o la universidad para cuidar al bebé.
-Sentimiento de autodestrucción por la culpa que sienten, de haber fallado a la familia y a ellas mismas.
– Sentimiento de agresividad hacia la autoridad e ira reprimida.
– Se ha visto que el 60 % de las madres adolescentes vienen de padres divorciados y el 40 % de ellas no han vivido situaciones de inestabilidad familiar. Así que, a esto se suma la nueva problemática, sintiendo que no tiene apoyo.
-Si hay casamiento, en muchos de los casos el embarazo genera conflictos en la joven pareja, generándose una tendencia al abuso psicológico. Muchos de los padres jóvenes, no asumen la responsabilidad por la falta de madurez.
-Tristeza al tener que cambiar sus hábitos y necesidades básicas de una adolescente, como su estilo de vida o las amistades.
– Preocupación en torno a asumir la responsabilidad económica, sintiéndose obligada a trabajar en el estado de embarazo o de crianza.
-Se ha visto que en muchos de los casos salir a trabajar a edades tan tempranas y en situaciones de desamparo, generan una predisposición a volverse a quedar embarazada.
– Búsqueda de una pareja como solución a sus problemas, se ha visto una tendencia de que estás nuevas parejas sean disfuncionales por el estado de dependencia de la chica, sumando a esto una dinámica de segregación del hijo, al buscar tener un nuevo bebé con la pareja.
– Los hijos que crecen en esta situación, reciben el malestar de la madre, la carencia de un padre y en muchos casos el rechazo del padrastro, por lo que pueden desarrollarse trastornos emocionales y de personalidad desde la niñez.
Los problemas familiares que se desarrollan en torno a la madre adolescente son:
-Contención económica por parte de los padres de la adolescente al bebé, por lo que pueden haber problemas económicos.
-Contención y crianza de los abuelos al bebé, porque la madre no se siente preparada para el cuidado de su hijo. Por lo que puede haber problemas de tiempo, tensiones y peleas en torno a la crianza del bebé.
-Frustración e iras por parte de los padres a la adolescente.
– Asumir en algunos casos la paternidad del bebé.
-Falta de comunicación por parte de la madre adolescente y sus padres al sentirse juzgada y muchas veces recriminada.
– Irrespeto por parte de los padres a los criterios o decisiones de la adolescente. En muchos de los casos intervienen en la relación de pareja.
A nivel físico también se ven complicaciones:
Desde el punto de vista fisiológico, la mujer no alcanza su madurez reproductiva hasta después de 5 años de haber aparecido su primera menstruación; por tanto, hay mayores riesgos maternos, fetales y perinatales cuando concibe un embarazo antes de tiempo.
La adolescente embarazada tiene un sistema inmune inmaduro, lo cual puede estar relacionado con una deficiente nutrición materna en gestantes muy jóvenes.
Los diámetros pelvianos de la adolescente promedio no alcanzan el tamaño necesario para el recorrido saludable del feto por el canal del parto y un alumbramiento feliz, lo que origina lesiones traumáticas en el tracto vaginal.
Por estas y otras razones, el embarazo precoz puede provocar, entre muchas consecuencias adversas:
• Hipertensión inducida por la gestación, frecuentemente en primerizas de bajo nivel socioeconómico.
• Insuficiencia del mecanismo inmunológico adaptativo lo que puede ser a su vez causa de hipertensión y otras graves alteraciones inmunológicas, capaces de provocar abortos.
-“Síndrome de mala adaptación circulatoria” por inadecuado funcionamiento de los mecanismos fisiológicos de adaptación circulatoria durante el embarazo, que tiende a ocasionar:
– Hipertensión arterial materna
– Prematuridad
– Retardo del crecimiento intrauterino (CIUR)
– Desprendimiento prematuro de la placenta
-En la primera mitad del embarazo son comunes la anemia, las infecciones urinarias y los abortos espontáneos; en la segunda: la hipertensión arterial, las hemorragias, la insuficiente ganancia de peso, asociada a una deficiente nutrición; síntomas de parto anticipado, rotura prematura de membranas y otros.
-En el producto de la concepción prevalecen el bajo peso al nacer, tanto por prematuridad como por deficiente desarrollo para la edad gestacional; por ende, es un recién nacido propenso a presentar sepsis y otras enfermedades, que constituyen un alto riesgo y se convierten en un problema biológico y social.
Como se menciona, hay muchos problemas en relación a la delicada situación de una madre adolescente. Lo que más necesita la joven es alguien con quien hablar, alguien que pueda ayudarla a atravesar los problemas emocionales a los que se enfrenta, una persona que pueda hacer que se dé cuenta de que no está sola. En estos casos los padres son un pilar fundamental en el apoyo de las chicas, que todavía están en la mitad de su desarrollo, un poco niñas, un poco mujeres.
En estos casos también es importante el apoyo de los profesores y directores académicos, para que siga estudiando, hasta cuando pueda, porque ella va a tener que hacerse cargo del cuidado y manutención del bebé.
Apoyo psicológico en donde a través de terapia cognitiva, se le ayuda a la futura madre a manejar sus percepciones sobre la situación. Se le ayuda a percibir que lo que está pasando, si es manejado adecuadamente y con optimismo, puede ser algo positivo. Cambiar la percepción dramática y fatídica de la maternidad, apoyo emocional sintiendo que en la terapia tiene un espacio de contención y de aceptación incondicional.
Apoyo psicológico a la familia; asesorando el manejo de la situación y quitando la connotación fatídica del embarazo. Apoyo en la búsqueda de acciones prácticas, para ayudar a la futura madre para que no se deprima, termine sus estudios y que tenga a su vez, un apoyo en el cuidado del bebé.
También es importante darle a la joven madre una asesoría del cuidado del bebé, para que se pierda el miedo y se naturalice la situación. En términos generales, a nivel psicológico, el apoyo emocional, la asesoría y la contención familiar van a ser fundamentales. De esta forma la madre podrá manejar este cambio y posteriormente verlo como una situación positiva, en donde un nuevo ser ha venido al mundo.
Este también es un problema a nivel social, porque un gran porcentaje de las madres adolescentes tienen bajos recursos, por lo que muchas veces ni siquiera pueden acceder a un apoyo psicológico o familiar, ya que en su propia familia, se viven situaciones de inestabilidad y escases económica. Actualmente, la fundación municipal Patronato San José da apoyo a las niñas de 11 a 18, para contenerlas en el embarazo, en situaciones de riesgo, como una opción frente a esta problemática social.
Más allá de la contribución de la familia y las fundaciones, es responsabilidad de todos apoyar a las madres adolescentes, quitando el prejuicio que puede haber detrás. Sino más bien generándose más grupos de apoyo, información de cuidado de la natalidad y una predisposición de ayudar a estas chicas que están viviendo una situación, difícil de llevar.