Los ángeles: guardianes de quienes los reciben
Ha escuchado que los ángeles nos visitan, o que cada persona tiene un ser celestial que vela por su bienestar. Muchos dicen que sienten su presencia cuando atraviesan los golpes de la vida y de pronto aparece una persona que le da una mano, una solución, un abrazo, un consejo.
Esta percepción no es nueva, pero pensar y creer en que los ángeles se aparecen y que la persona los pueden mirar, ¿realmente es posible? Andrea Cerón tiene una certificación como terapeuta angélico, y afirma que desde niña tenía el ‘don’ de comunicarse con seres angelicales. Cuenta su experiencia al decir que comenzó a vivir esta comunicación cuando tenía seis años, tras el fallecimiento de su hermano.
Todas las personas nacemos con dos ángeles, únicos y nuestros, ya que somos seres irrepetibles. Los ángeles le han contado a Andrea que en la vida tenemos uno de la guarda y uno custodio. “Cada persona es un violín con un estuche, el de la guarda cuida del estuche; y el custodio, el violín (la esencia). Nos acompañan desde siempre y para siempre. Los dos son amorosos, el uno es consentidor y el otro nos va direccionando. Recalcan que nuestro objetivo es ser felices y hacer feliz a los demás”.
Los ángeles nos recuerdan a qué vinimos, cómo vinimos, y dan las luces para no buscar afuera, lo que está adentro. “Debes ser feliz contigo mismo. Su principal trabajo es que aprendamos a aquietar la mente, ya que está es la que ‘nos juega sucio’ y la que hace que trabaje el ego (miedo y el temor). Ellos se basan en el amor y la fe”.
Estos seres celestiales ¿cómo se manifiestan? Primero, tienes que darles permiso para que ingresen a tu vida, solo diles empiecen a trabajar en mí. Si bien, algunas creencias religiosas establecen que únicamente Dios puede influir o cambiar la existencia de la persona, Andrea explica que los ángeles son a Dios, como los rayos al Sol. “Son parte de… Le pides a Dios y este ser supremo envía a sus asistentes”.
Vivir la espiritualidad permitiendo que los ángeles actúen lo disfrutas desde tu propia experiencia. Es algo único y maravilloso. Llegas a sentir un amor incondicional, dice Andrea. “Haz el intento, a pesar de los malos momentos siempre llega una gran bendición. Puedes aprender con dolor o con amor, depende de ti”.
Para Andrea los ángeles llegan a través de otras personas, te hacen ver las cosas de forma diversa. “Ellos dicen que somos seres divinos viviendo una experiencia humana. Fuimos creados a imagen y semejanza de alguien superior. Si tú les dices angelitos necesito señales claras de que están en mi vida, entran en contacto”. Es cuando escuchas en la radio la canción precisa, ves un anuncio que leer, un mensaje en la calle. Buscan la forma de comunicarse, de acuerdo a laesencia y a las sensibilidades de cada quien.
“Te dejan plumas, monedas, miras mariposas, colibríes, o cualquier ser alado que denota su presencia. Los números repetidos en algún anuncio, demuestran que están contigo. Encontrarás el 4444, 1818, etc.”.
Andrea, desde niña, se entrevista con los arcángeles Rafael y Miguel. Una vez los pintó mientras estaba en el colegio. En su escuela pensaba que tenía predicciones y sus padres le recomendaron mantenerse callada y no comentar sobre el tema.
Los ángeles te ayudan a sanar, perdonar, y entender para qué viviste los procesos dolorosos en la vida. A través de sus energías nos restauramos, encuentras los mensajes que necesitas saber. ¡Elige ser feliz y amar por sobre todas las cosas!
Si bien, no todas las personas podemos experimentar como Andrea, pero quizás, si por un momento nos analizamos, sentiremos que efectivamente un ser celestial hizo algo que nos permitió entender mejor las dolorosas travesías de la vida. Conocer a alguien, o que ese alguien te escuche y aconseje, sin duda, es el recibimiento de una ayuda angelical.
Ha escuchado que los ángeles nos visitan, o que cada persona tiene un ser celestial que vela por su bienestar. Muchos dicen que sienten su presencia cuando atraviesan los golpes de la vida y de pronto aparece una persona que le da una mano, una solución, un abrazo, un consejo.
Esta percepción no es nueva, pero pensar y creer en que los ángeles se aparecen y que la persona los pueden mirar, ¿realmente es posible? Andrea Cerón tiene una certificación como terapeuta angélico, y afirma que desde niña tenía el ‘don’ de comunicarse con seres angelicales. Cuenta su experiencia al decir que comenzó a vivir esta comunicación cuando tenía seis años, tras el fallecimiento de su hermano.
Todas las personas nacemos con dos ángeles, únicos y nuestros, ya que somos seres irrepetibles. Los ángeles le han contado a Andrea que en la vida tenemos uno de la guarda y uno custodio. “Cada persona es un violín con un estuche, el de la guarda cuida del estuche; y el custodio, el violín (la esencia). Nos acompañan desde siempre y para siempre. Los dos son amorosos, el uno es consentidor y el otro nos va direccionando. Recalcan que nuestro objetivo es ser felices y hacer feliz a los demás”.
Los ángeles nos recuerdan a qué vinimos, cómo vinimos, y dan las luces para no buscar afuera, lo que está adentro. “Debes ser feliz contigo mismo. Su principal trabajo es que aprendamos a aquietar la mente, ya que está es la que ‘nos juega sucio’ y la que hace que trabaje el ego (miedo y el temor). Ellos se basan en el amor y la fe”.
Estos seres celestiales ¿cómo se manifiestan? Primero, tienes que darles permiso para que ingresen a tu vida, solo diles empiecen a trabajar en mí. Si bien, algunas creencias religiosas establecen que únicamente Dios puede influir o cambiar la existencia de la persona, Andrea explica que los ángeles son a Dios, como los rayos al Sol. “Son parte de… Le pides a Dios y este ser supremo envía a sus asistentes”.
Vivir la espiritualidad permitiendo que los ángeles actúen lo disfrutas desde tu propia experiencia. Es algo único y maravilloso. Llegas a sentir un amor incondicional, dice Andrea. “Haz el intento, a pesar de los malos momentos siempre llega una gran bendición. Puedes aprender con dolor o con amor, depende de ti”.
Para Andrea los ángeles llegan a través de otras personas, te hacen ver las cosas de forma diversa. “Ellos dicen que somos seres divinos viviendo una experiencia humana. Fuimos creados a imagen y semejanza de alguien superior. Si tú les dices angelitos necesito señales claras de que están en mi vida, entran en contacto”. Es cuando escuchas en la radio la canción precisa, ves un anuncio que leer, un mensaje en la calle. Buscan la forma de comunicarse, de acuerdo a laesencia y a las sensibilidades de cada quien.
“Te dejan plumas, monedas, miras mariposas, colibríes, o cualquier ser alado que denota su presencia. Los números repetidos en algún anuncio, demuestran que están contigo. Encontrarás el 4444, 1818, etc.”.
Andrea, desde niña, se entrevista con los arcángeles Rafael y Miguel. Una vez los pintó mientras estaba en el colegio. En su escuela pensaba que tenía predicciones y sus padres le recomendaron mantenerse callada y no comentar sobre el tema.
Los ángeles te ayudan a sanar, perdonar, y entender para qué viviste los procesos dolorosos en la vida. A través de sus energías nos restauramos, encuentras los mensajes que necesitas saber. ¡Elige ser feliz y amar por sobre todas las cosas!
Si bien, no todas las personas podemos experimentar como Andrea, pero quizás, si por un momento nos analizamos, sentiremos que efectivamente un ser celestial hizo algo que nos permitió entender mejor las dolorosas travesías de la vida. Conocer a alguien, o que ese alguien te escuche y aconseje, sin duda, es el recibimiento de una ayuda angelical.