Louis Vuitton, en busca de la auténtica moda actual
Con botas militares, ajustados pantalones de cuero, vestidos de seda estampados, chaquetas de pelo y pintalabios negro, Louis Vuitton demostró hoy en París que hay vida más allá de las continuos guiños a la moda de otras décadas y que aún queda mucho por diseñar.
La última jornada de la Semana de la Moda de París y de un intenso mes de desfiles tras Nueva York, Milán y Londres atrajo a celebridades como Catherine Deneuve, Jennifer Connelly, Selena Gómez, Jaden Smith o la cantante Zendaya, que ocuparon la primera fila en la pasarela de Vuitton.
En una sala repleta de columnas de espejos, los diseños de Nicolas Ghesquière para la marca provocaron una gran ovación del público, que se había desplazado hasta el Bois de Boulogne, en las afueras de París, donde se encuentra la Fundación Louis Vuitton, inaugurada en 2014.
Ghesquière es uno de los modistos más valorados de su generación y tras su paso por Balenciaga, de donde se despidió en 2012, está rompiendo los esquemas en Louis Vuitton con apuestas arriesgadas que combinan sofisticación y comodidad.
Los jerséis deportivos fueron amplios y a modo de abrigo, combinados con pantalones brillantes, en piel.
El negro opaco de los labios de las modelos contrastó con un discreto maquillaje nude, para huir así de un posible y desafortunado efecto gótico: la idea era la sofisticación y la firmeza.
También desfiló hoy la firma Moncler Gamme Rouge, que apostó por hacer de la pasarela un auténtico escenario de montañas completamente nevadas.
Moncler se decantó por el blanco con el que vistió a las modelos en un estilo tirolés que recupera los típicos sombreros y las trenzas como peinado favorito.
Abrigos y chaquetas de pelo blanco por arriba y faldas de encaje y shorts muy, muy cortos abajo, combinados con tupidas medias blancas y zuecos con la suela de madera, como los originales tiroleses.
La firma creó estampados divertidos e ilustró algunas prendas con fotografías de paisajes montañosos a los que añadió flores en un efecto tridimensional, en siluetas ligeramente «cocoon».
Y fin de fiesta gracias a Miu Miu, la hermana pequeña de Prada, que no defraudó en su tradicional estilo Lolita, adaptando a los tiempos actuales las siluetas de los años 50.
Looks comerciales y divertidos, como el de camisas masculinas que se llevaron a modo de vestidos -muy cortos- bajo parkas y abrigos de corte masculino, con detalles de piel en las mangas.
Para feminizar los estilismos, Miuccia Prada marcó las cinturas con anchos cinturones a juego con los abrigos: anchos y estampados para los floreados, y de tela para las parkas, atados con un simple nudo.
Miu Miu se ha convertido en una de las firmas favoritas de la Semana de la Moda, ya que sus propuestas siempre encuentran la armonía entre innovación, aires vintage y confort, como los maxivestidos floreados hippies que Miuccia combinó con cazadoras rectas sesenteras.
Atención también a sus sandalias planas de pelo que imitan las auténticas zapatillas de estar por casa, aunque cargadas de perlas para darles un toque chic.
La Semana de la Moda de París dijo así «au revoir» a las propuestas de las más conocidas casas de costura para la temporada otoño-invierno 2016/2017 en la que, a juzgar por las pasarelas, los armarios se llenarán de faldas «evasé» a la altura de la rodilla, tejidos metalizados, volantes y terciopelos.
Las firmas parecieron coincidir en realzar el deportivo anorak como la prenda favorita que se llevará con los estilismos más elegantes. Y es que sobre la pasarela todo es posible.