¿Qué debo considerar para escoger una posición coital?
Existe un amplio número de posiciones que la pareja puede utilizar en el ejercicio de la función sexual. Básicamente las posiciones se clasifican así: mujer arriba, mujer abajo, de lado, de pie, por detrás y sentados. El resto de posiciones que se describen se dan por la variante que puede tener cada una de las posiciones básicas. No existe la posición perfecta, mas sí existe la posición preferida de cada persona, ya que una posición puede ser la mejor para unos y a la vez la más incómoda para otros, es necesario establecer el objetivo que cada persona tiene al momento de escoger una posición coital y el beneficio que cada posición brinda.
Uno de los elementos que la pareja puede compartir durante el encuentro sexual es el contacto visual. Las posiciones mujer arriba, mujer abajo, de lado y de pie permiten el contacto visual y facilitan el beso, si la pareja se encuentra frente a frente. Algunas variantes de la posición mujer abajo, que incluyen la colocación de los pies de la mujer sobre los hombros del varón, causan mayor distancia entre los rostros y provoca dificultad para besarse.
Si se busca tener más actividad y libertad para el movimiento, la posición mujer arriba provee esta facilidad a la mujer. Ella puede controlar el ritmo de los movimientos coitales y la profundidad de la penetración. Esta posición permite al varón tener mayor control de los músculos pubococcígeos y, por lo tanto, mayor control eyaculatorio. Por el contrario, la posición mujer abajo brinda al varón la opción de mantener la iniciativa, pero el peso del hombre limita los movimientos pélvicos de la mujer. Además se dificulta la estimulación del clítoris. La posición mujer abajo le permite a ella tener disponibles sus manos para acariciar libremente a su compañero, facilita el contacto visual, la comunicación y el observar el cuerpo y la respuesta sexual de su pareja.
La posición lateral, frente a frente, es una posición muy cómoda. Permite el contacto entre el cuerpo del hombre y el clítoris de ella. Es útil en condiciones de cansancio, enfermedad, obesidad, o si uno de los integrantes de la pareja es demasiado alto. Esta posición favorece el control eyaculatorio y también permite el contacto visual, el beso y las caricias.
La posición por detrás limita los movimientos de la mujer y disminuye el contacto visual y la comunicación. Además, imposibilita que la mujer acaricie a su pareja. El hombre puede acariciar libremente varias zonas erógenas primarias de su compañera y también puede ver los genitales de ella con facilidad.
En caso de enfermedades de las articulaciones, columna, huesos, músculos, cansancio, debilidad, dificultad para el equilibrio y/o edad avanzada, es necesario complementar las posiciones con el uso de almohadas y apoyos. Cada persona y su pareja podrán conseguir mayor placer y seguridad al comunicar sus necesidades y objetivos. Lo importante es permitir que la creatividad sea parte del encuentro en pareja y que la tolerancia a algo nuevo facilite el aprendizaje y la complicidad. No todas las posiciones deben ser utilizadas desde el precoito hasta el fin del encuentro sexual. Si una posición no le provee lo que busca o incomoda a la pareja, pueden escoger o probar otra posición. Recuerde siempre contar con el acuerdo de su pareja para adoptar posiciones nuevas. Obligar no servirá de nada y ceder, por complacer, tampoco. El consenso es importante para obtener un encuentro sexual placentero.
Dra. Alicia Garzón, M.Sc.
Sexología médica.
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