SI TE QUIERES ENAMORAR, LA CABEZA DEBES USAR
Enamorarse con el corazón es fácil. Para enamorarse así no es necesario hacer un esfuerzo. Nace y fluye con naturalidad. Las emociones aparecen y las substancias químicas toman control de lo que se experimenta, placentero, por cierto. Y nadie quiere parar. Nada de malo tienen las emociones. Éstas son necesarias y protegen al ser humano. La pregunta es, ¿quién las contrarresta? La emoción es equilibrada con la razón. Para aplicar la razón en el estado de enamoramiento se debe iniciar su uso antes del mismo enamoramiento.
¿Cómo podría suceder esto? Si usted espera que el enamoramiento llegue a usted como un flechazo de Cupido, no está utilizando mucho la razón. El amor no es algo que llega a las personas de manera fortuita ni es algo que se puede ver en las cartas o por adivinación. Si usted quiere tener una pareja lo mejor es iniciar un plan para encontrarla. Es necesario establecer (por escrito) lo que busca en esa persona, desde características físicas hasta actitudes, proyectos individuales y mucho más. Saber qué es negociable y qué no es negociable en su lista de deseos, aquello le facilitará la búsqueda y, además, ahorrará tiempo, dinero y gasto emocional.
Enamorarse con la cabeza es importante, sobre todo si se tiene claro para qué quiere enamorarse. Si lo que se busca es llenar carencias o necesidades, una pareja no es una buena opción, ya que el probable candidato con seguridad traerá sus propias carencias y necesidades, en el mismo ámbito o en otro, pero necesidades y carencias al fin. En este caso, le será de mayor utilidad consultar a un psicólogo y hasta mejorará su preparación para el enamoramiento. Si lo que quiere es compañía, el paquete incluye diferencias y conflictos. De ser éste el propósito, mejor amplíe su círculo de amistades. Tendrá más compañía y menos conflictos. Si lo que busca es ser feliz para siempre con el príncipe azul y no tener problemas, debe saber que eso no es posible. Evitar los conflictos no es una opción; los conflictos forman parte de las relaciones interpersonales. La meta sería vivir el conflicto de una manera sana y no perder la relación de pareja en ese camino. Revise su objetivo principal al querer interactuar en pareja y considere otras opciones que puedan evitarle frustraciones.
Para ser parte de una pareja, las dos personas deben traer hecha la tarea individual. Crecer y madurar individualmente no es lo mismo que hacerlo en pareja. ¿Tiene usted algo que aportar a una relación en pareja? ¿Tiene algo para compartir con otra persona? ¿Sus metas individuales están encaminadas? ¿Su proyecto de vida puede cristalizarse junto a otra persona con su propio proyecto de vida? ¿Conoce su sexualidad y la ha cuidado tanto que llega sano sexualmente a la puerta del enamoramiento? Y sobre todo, ¿sabe usted manejar sus emociones para no dejar la relación de pareja en medio del conflicto?
Esta preparación le permitirá vivir un enamoramiento gratificante, con estabilidad en el tiempo, para cumplir un propósito nuevo en pareja y crecer como equipo, tolerando frustraciones operativamente.
Dra. Alicia Garzón, M.Sc.
Sexología médica.
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