Viajar en pareja suena romántico pero puede convertirse en el peor error si no se toman en cuenta ciertas condiciones indispensables para mantener armonía durante esos días que pasarás con tu media naranja más íntimamente.

Y es que pasar un tiempo con tu pareja significa compartir más de un detalle, a saber: manías de cada uno, compartir temas importantes para cada quien, tanto en higiene, como en gustos y sabores.

Pero ¿cuáles son esos pequeños detalles a los que una pareja debe regresar a ver para que su experiencia sea recordada y fortalezca su unión y no se convierta en una pesadilla que termine por desbaratar lo que quedaba?

Si tu relación acaba de empezar es importante darle el peso que merece a ese viaje tan esperado. Es decir, si llevabas muy poco tiempo con él o ella, realiza un viaje corto, no es necesario ir muy de prisa. Las vacaciones deben ser proporcionales al tiempo que van juntos. Así mismo si llevas mucho tiempo con tu novio, esposa o esposo un viaje largo será muy reconfortante.

Elige un destino en el que vayan a disfrutar los dos. El lugar adecuado ayudará a que el ambiente para compartir, para conocerse o para recordar sea un lugar más armónico. Además, permitirá que el disfrute de ambos sea mucho más profundo. Compartir los gustos de cada uno es el secreto para reforzar los lazos de amor.

Reserva con anticipación el hotel, los restaurantes, el teatro y todos los lugares a donde quieras ir. Es indispensable que estos detalles nos les quite tiempo y además que no les cause ningún estrés y por ende ninguna complicación o enojo.

Mantener la comunicación es vital para pasar unas vacaciones inolvidables con tu amor. Conversar acerca de lo que le parece ese lugar nuevo, ese sabor exótico, esa cultura recién conocida enriquecerá su relación, podrán compartir nuevas expectativas, nuevas formas de ver el mundo que antes no habían conocido de su pareja.

Dedicar un tiempo al romance es un básico. Crear momentos especiales durante la estadía es muy importante. Una cena romántica, caminar en la playa de la mano, un pequeño regalo a lo largo del viaje hará feliz a tu pareja y significará un detalle inolvidable.

Hay que estar dispuesto a ceder, no hay que imponer ninguna actividad. Incluso si existe algún espacio, museo, etc., que no se quiera compartir puede ser una buena oportunidad. Piensa que ir por separado hará que te extrañen y el reencuentro puede ser más intenso.  Además, un par de horas libre no hace daño a nadie y esa pequeña discusión de que si quiero o no quiero que iba dañar un buen momento podrá ser evitada fácilmente. Recuerda, las opiniones de ambos deben ser escuchadas y consideradas.

Una vez en el hotel es importantísimo respetar al otro. El espacio de cada uno merece la mayor consideración. Utiliza las toallas que debas usar, déjale siempre una seca y limpia a tu pareja. En el baño, los artículos de limpieza deben estar ordenados: recuerda que si uno es desordenado no necesariamente significa que el otro lo sea, así que a recoger la ropa que dejas en el suelo, dejar limpio el baño y abrir bien los ojos y la mente para que las cosas fluyan y no hayan barreras que los separe.