Para que no te traicione el inconsciente

Un buen ejercicio es cerrar los círculos y no tener pendientes en tu vida, que después se manifiesten en nombres equivocados, en actos involuntarios. Uno de ellos es escribir y luego quemar lo que escribiste, entender que si algo se terminó, se terminó por completo y no a medias. De no ser capaz de hacerlo será el consciente el que no esté dejando que las cosas se queden en el ayer.  Sin embargo, es bueno mirar que el inconsciente no solo te puede «delatar» ante el otro en cuestiones afectivas, sino también en tu trabajo.

Si alguna vez le has dicho a tu jefe el nombre de otro, o cuando te preguntan dónde trabajas te refieres al anterior puesto de manera involuntaria, es señal de que no has cerrado esos círculos. Muchas veces son realidades que no queremos aceptar. La persona puede creer que ya cortó ese pasado, pero no lo ha hecho y debe lograrlo para empezar una nueva etapa, de lo contrario seguirá haciéndose daño sin razón.

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