Artistas de música latina unen voces en concierto solidario con Ecuador
El cantante colombiano Carlos Vives, el venezolano Franco de Vita, los puertorriqueños Chayanne y Gilberto Santa Rosa y otros muchos artistas de la música latina se juntaron en un concierto solidario en Miami (Florida, EE.UU.) para ayudar a los damnificados del reciente terremoto de Ecuador, que dejó al menos 660 muertos.
El concierto benéfico, bautizado «Ecuador Aquí Estoy», contó con un público entregado que pudo disfrutar de las actuaciones y de los mensajes de esperanza y optimismo que transmitieron las estrellas de la música latinoamericana que participaron en el evento.
Chayanne, quien entregado a la causa, fue uno de los que hizo levantar de sus asientos a los asistentes al compartir con ellos su gracias y su saber hacer musical.
«Cada uno estamos poniendo nuestro granito de arena por Ecuador, y es la manera de decir ‘presente por Ecuador'», compartió el cantante puertorriqueño.
El clásico tema «Que alguien me diga» del «Caballero de la salsa», fue otro de los temas que puso en pie al público, quien no dudó en dejarse llevar por los ritmos salseros del artista boricua.
«Sigamos haciendo música, celebrando la generosidad», afirmó Gilberto Santa Rosa durante su actuación.
De su parte, el cubano Amaury Guitérrez también quiso transmitir su mensaje de alegría y optimismo tanto a los presentes como a los damnificados en Ecuador señalando a Efe que se siente «afortunado» de poder estar aquí y ayudar a «este pueblo hermano».
El público, en el que abundaban los ecuatorianos, que en su mayoría lucían vistosas camisetas amarillas, agradeció la presencia de los artistas en un casi completo escenario del Bank United de Miami.
«Es una obra muy humana haberse acordado de nuestros hermanos ecuatorianos», compartió con Efe uno de los asistentes de procedencia ecuatoriana.
Junto a los artistas mencionados anteriormente, el público también pudo disfrutar en esta velada solidaria de las canciones de los colombianos, el reguetonero Maluma y el líder de Bacilos, Jorge Villamizar; así como de los cubanos Donato Poveda y Alexis Valdés y de la venezolana Mariana Vega.
También interpretaron sus canciones el boricua Tommy Torres, el dúo miamense Periko y Jessi León y los ecuatorianos Juan Fernando Velasco, Riccardo Perotti y Mirella Cesa, entre muchos otros.
«Qué puedo hacer para que esa pena no los haga llorar tanto», dijo al final el concierto, Vives, uno de los favoritos de la noche, al salir del escenario acompañado de su armónica y sus músicos.
El acto, organizado por la Cámara de Comercio Ecuatoriano-Estadounidense de Miami, tuvo como objetivo recaudar fondos para los damnificados por el seísmo que asoló Ecuador el pasado 16 de abril.
Tras la catástrofe fueron muchos los artistas y proyectos que se pusieron en marcha para reunir ayuda y fondos a favor de las víctimas ecuatorianas.
Este fue el caso del cantautor cubano Silvio Rodríguez, quien junto a los españoles Ismael Serrano, Luis Eduardo Aute y Luis Pastor, ofrecieron a principios de mes un concierto en la ciudad de Madrid para ayudar al país andino.
También varios Gobiernos como el de Chile, Brasil, Irán o la Cruz Roja Española han aportado su granito de arena frente a la catástrofe enviando cargamentos de ayuda humanitaria.
La noche del próximo domingo también se cubrirá de solidaridad en la ciudad de Quito (Ecuador), en un concierto donde estarán varios artistas como Juan Fernando Velasco y Santiago Cruz.
Todas las donaciones recibidas y los ingresos de los conciertos serán destinadas a la rehabilitación de infraestructuras, manejo de escombros y promoción de medios de vida sostenibles, entre otros.
La solidaridad también se hizo global y activa en las redes a través de la etiqueta #EcuadorAquiEstoy, o con la opción de realizar donaciones por texto enviando la palabra EcuadorSOS al 41444.
Ecuador sufrió el pasado abril una de las catástrofes más importantes de su historia, un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter que se saldó con al menos 660 muertos, 32 desaparecidos y dejó sin techo a más de 30.000 personas.