Un tendón es una estructura anatómica que conecta el músculo con el hueso. Su función es esencial: transmitir la fuerza generada por las contracciones musculares hacia los huesos, facilitando el movimiento de las articulaciones.
Compuestos principalmente de tejido conectivo rico en colágeno, los tendones combinan resistencia y flexibilidad. Su estructura varía según su ubicación y función; algunos son finos y delicados, mientras otros son gruesos y robustos, adaptándose a diferentes exigencias biomecánicas.
Aunque a menudo los dejamos de lado, entrenar los tendones es fundamental. Exponerlos a cargas controladas y progresivas estimula su fortalecimiento y elasticidad, disminuyendo el riesgo de lesiones. Ejercicios como saltos pliométricos, trabajo con cargas pesadas y movimientos lentos y controlados contribuyen a mejorar la resistencia tendinosa.
Un entrenamiento adecuado no solo optimiza el rendimiento deportivo, sino que también protege las articulaciones y favorece la salud funcional a largo plazo.
Daniel Mora, fisioterapeuta y entrenador personal, estuvo en El Mundo de Cabeza y recalcó: "El tendón es donde se acumula toda la energía," destacando la importancia de su fortalecimiento dentro de cualquier rutina de acondicionamiento físico.