Nuevo mandato presidencial
En una entrevista con NotiMundo A La Carta, la analista política Gabriela Guerrero evaluó los desafíos que enfrenta el Ejecutivo en esta fase.
Destacó que mantener un equipo cercano y conocido por el presidente facilita la gobernabilidad, al contar con funcionarios cuya trayectoria y perfil ya han sido probados en el ejercicio del poder. En su criterio, la experiencia previa de varios ministros, incluso en otras carteras, puede acelerar la ejecución de políticas públicas.
No obstante, Guerrero advirtió que esta continuidad también representa riesgos.
Señaló que la cercanía entre el mandatario y su equipo podría generar una "burbuja de confianza", que dificulte percibir con claridad las demandas sociales. "El gabinete puede volverse un círculo cerrado, desconectado de las necesidades reales de la ciudadanía", puntualizó.
La experta valoró especialmente la permanencia de figuras clave en ministerios estratégicos como Seguridad y Defensa. Afirmó que contar con funcionarios experimentados, que han gestionado crisis anteriores, ofrece al gobierno una base sólida para enfrentar los actuales desafíos en estas áreas sensibles.
Uno de los principales retos del nuevo mandato, según Guerrero, será garantizar el financiamiento para los proyectos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo. Enfatizó que sin recursos, incluso las iniciativas más urgentes, como la ley económica, no podrán concretarse. Por ello, resaltó el rol fundamental de la Secretaría de Inversiones Públicas y Privadas para atraer capital y dinamizar sectores como salud, seguridad y empleo.
En el ámbito político, Guerrero advirtió que el oficialismo no cuenta con alianzas legislativas estables. Esto obligará al Ejecutivo a moverse con habilidad estratégica en la Asamblea Nacional, tanto en comisiones como en el pleno, para alcanzar consensos que le permitan avanzar con su agenda. "La inestabilidad en las votaciones refleja la fragilidad de los pactos políticos", explicó.
También destacó que la ciudadanía ha superado la etapa de "luna de miel" con el gobierno, y ahora ejerce un rol más activo en la fiscalización. Según Guerrero, el control social dependerá de la percepción sobre la eficacia del Ejecutivo en la ejecución de obras y en el manejo de crisis anteriores.
Finalmente, se refirió al conflicto armado interno y a las medidas excepcionales en materia de seguridad. Aunque reconoció que responden a una situación urgente, advirtió sobre los riesgos que implican para el equilibrio entre seguridad y derechos democráticos.
Sin controles constitucionales claros, estas acciones podrían derivar en prácticas autoritarias a futuro, concluyó.
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