Bill Gates lee cerca de 50 libros al año, una meta que cumple separando por lo menos una hora diaria para sumergirse en sus lecturas y tomar notas directamente en los márgenes, lo que le permite retener ideas y reflexionar sobre el contenido. Según lo que comparte, evita empezar obras que sabe que no terminará, para mantener su enfoque y compromiso con lo que lee. Prefiere los libros físicos por encima de los digitales, ya que le resultan más convenientes para anotar y le ayudan a evitar distracciones.
Además, juega al bridge, un juego estratégico que practica con Warren Buffett, y que para él es una forma de ejercitar la memoria, la atención y la toma de decisiones, habilidades clave para su mente. Este hábito, combinado con la lectura, contribuye a desarrollar la fluidez verbal, un factor que, según estudios, podría relacionarse con una mayor longevidad.
Para completar su estrategia de bienestar, Gates ha dado prioridad al sueño: dice dormir entre siete y ocho horas por noche, al contrario de sus etapas más intensas profesionalmente, lo que le ayuda a mantener su claridad mental. Además, reflexiona regularmente sobre su propósito y legado, especialmente a través de su trabajo filantrópico, como una forma de dar sentido a su vida más allá del éxito material.
La lección de Bill Gates es que la longevidad y el éxito no dependen sólo del dinero, sino de hábitos sostenibles: leer, jugar, descansar y reflexionar son sus pilares para vivir más tiempo, pero también para seguir aprendiendo y transformando su entorno.